viernes, 29 de julio de 2011

El último tweet de Amy Winehouse



Twitter es una cosa como el Facebook pero pa soltar chorradas que ocupen menos de 100 caracteres (facebook es pa soltar chorradas más grandes.)

Muchos famosos tienen cuenta de twitter y la usan pa demostrar al mundo lo imbéciles que son (solo tenéis que poner en Google las palabras "Bisbal, Twitter y pirámides".)

La pobre Amy Winehouse tenía una cuenta de Twitter.

Como sabréis falleció hace poco.

Si queréis saber cuál fue su último
Tweet (se llama así a cada mensajito de menos de 100 caracteres que dejas en tu "muro", o como leches se llame) seguid leyendo. Si no... pues, coño, no lo leáis y ya está.
Pone: "Aseguraos de descargaros vuestra copia de #GoodForTheSoul
[ni puta idea de qué es esto] el increíble álbum de la asombrosa @dionneofficial [tampoco sé quién es ésa] tinyurl.com/6drzh5r A LA VENTA AHORA!"

Y abajo se ve que lo puso el día 7 de Julio.

Pues ya está, su último
tweet fue hacerle publicidad al último álbum de la tal Dionne.

Da qué pensar, ¿no?

Yo, por ejemplo, pienso: "Esto del Twitter es una chorrada."

Saludos cordiales y buenas tardes.

PD- Cuando terminas una frase con un comentario entre paréntesis, ¿el punto va dentro o fuera del paréntesis?

viernes, 28 de enero de 2011

AYUDEMOS A BERLUSCONI


Leo en esta página que Berlusconi se ha metido en un berenjenal por un asunto de fiestas con menores de edad y, pa no dejar de ser friki, lo que me llama la atención es un detalle tangencial:

el tío posee 9.000 millones de euros.

Qué pringao, ¿no?

Me explico:

Cuando te vas de vacaciones a veces alquilas un coche para moverte con más autonomía. La empresa te puede dar el coche según una de estas dos opciones:

Opción A:

te lo entrega con el tanque de combustible lleno y tú tienes que devolverlo lleno.

Opción B:

te lo entrega con el tanque casi vacío, con una gota pa llegar a la gasolinera más próxima, y tú se lo devuelves...pues igual, con una gota.


Según eso, ¿cuál será la estrategia más rentable para tu bolsillo si te entregan el coche con la opción B?

Obviamente, lo óptimo será devolverlo con una gota de combustible en el tanque, nada más.


Si lo devuelves vacío estás robando dinero, pero si lo devuelves con el tanque lleno, entonces estás siendo un pringao porque le estás regalando dinero a la compañía que te ha alquilado el vehículo.

Morirte dejando 9.000 millones de euros en el banco es como devolverle el coche a la empresa de alquiler con el tanque lleno, cuando te lo entregó vacío.

No puedo evitar pensar que, si uno se muere en esa circunstancia, se te debe de quedar cara de idiota. Y, hombre, ser multimillonario toda tu vida para que luego te mueras con cara de idiota...menudo fracaso existencial, ¿no?

No te vas a fundir la pasta a lo loco porque nunca se sabe, sería un chungo, como quedarte sin gasolina en mitad de la autopista. Pero, ¿haber tenido la capacidad de generarte un beneficio de 9.000 millones y no disfrutarlo? ¿Qué sentido tiene?

¿Dejárselo a tus hijos? Cojones, déjales un dinero para que
puedan llevar una vida holgada, ¿pero 9.000 kilos en herencia? Si les dejas esa cantidad te vas a asegurar de que tus hijos no hagan nada, NADA, nunca jamás en su vida, serán unos inútiles con mucha pasta, y se supone que uno lo que desea es que sus hijos sean personas emocionalmente maduras, independientes, inteligentes... vamos, todo lo contrario a Paris Hilton o Tamara Falcó...


"Vivo a base de zumos y sandwiches precocinados"

¿Podríamos afirmar que el mayor fracaso como padre es que una hija tuya no sepa ni hacerse un bocadillo y lo tenga que comprar ya hecho? Que, vamos, no digo yo que la chica sea mala persona, que va, pero que lo que es vivir en el mundo real, más bien poco...


¿Y qué otra opción te queda? ¿Fundirte los 9.000 millones ANTES de morir?

Joder.


Si te gastas un millón de euros al día tienes para 9.000 días, es decir, (9.000 dividido entre 365 = ... no sé, 1000 días son como 3 años, así que...) unos 27 años más o menos. Si el Berlusconi tiene 74 años, pongamos que viva hasta los 100 añetes, pues le quedan eso, unos 26 años gastando una media de 1 millón de euros al día para poder morir con 0 euros en el banco (les den por culo a los herederos).


¿Cómo cojones se gasta uno 1 millón de euros al día durante 26 años?

Me recuerda la película aquella con Richard Pryor en los años 80, Brewster's Millions, sobre un tío que se tiene que fundir 30 millones de dólares (de la época, hoy en día eso valdría... 10 millones de euros, vaya mierda, con eso no compras ni un futbolista de segunda división) para poder heredar 300 kilos.

Así que aquí va la propuesta:

AYUDEMOS A BERLUSCONI A NO MORIR CON CARA DE IDIOTA

Envíame un comentario, o varios, con tus ideas para que Berlusconi gaste los 9.000 millones de superavit en 26 años, es decir,

CÓMO GASTAR UN MILLÓN DE EUROS AL DÍA.


Tened en cuenta que hablamos de un tío de 74 años que ya es multimillonario, así que no valen cosas como "comprar un equipo de fútbol" porque ya tiene uno, ni "comprar 9.000 millones de cafés en la cafetería del congreso, la de los 80 céntimos", porque eso no es realista. Y tampoco vale ser bueno y dárselo a Cáritas, NO, hay que ser realistas...digo egoísta, pa uno mismo.

Entre los que mandéis comentario pienso sortear un premio de puta madre consistente en...

UN ENTRADA PARA UN BUNGA BUNGA EN LA CASA DE BERLUSCONI EN ARCORE (que como todos sabéis está en Torrevieja, Alicante)!!!


Ale, ya estás escribiendo, no seas mala persona.

"E cuando arrivo a casa..."

viernes, 21 de enero de 2011

CABEZA DE TORO


Escribo este blog para expresar cosas que requieren cierta complejidad de organización y cuya impresión en los demás me gustaría conocer, por eso siempre os pido que me dejéis un comentario.

Hace un rato me he puesto a leer una entrada del blog del profesor Vicent Navarro (su link está ahí a la izquierda, qué curioso) sobre Picasso.

En cierto momento, dice que la copia del Guernica que hay a la entrada del Consejo de Seguridad de la ONU fue tapada cuando los americanos se situaron delante para ofrecer una rueda de prensa acerca de la invasión de Irak.

Me llamó la atención, no tenía ni idea, así que me puse a buscar información.

En esta página dice que, efectivamente, el 27 de Enero de 2003, los americanos iban a ofrecer una rueda de prensa en ese mismo emplazamiento y el secretario de prensa de la ONU, Fred Eckhard, decidió cubrirla con una tela azul para "ofrecer un fondo mejor a las cámaras".

En esa misma página se explica de refilón que el cuadro original se guarda en el museo Reina Sofía y que lo que hay en la ONU es una copia en tapiz que se mandó hacer Nelson A. Rockefeller,
y que en 1985 fue donada a las Naciones Unidas.

Ese detalle me llamó mucho la atención. Mucho.

El motivo es que el Guernica retrata la masacre del pueblo homónimo a manos de la aviación nazi (la Luftwaffe) en 1937. Hay multitud de páginas web donde se explica que la Luftwaffe empleaba motores diesel y gasolina de bajo octanaje.
En aquella época (ignoro sin aún es así) el combustible de aviación requería para funcionar que se le añadiera un aditivo llamado plomo tetra-ethyl (tetra-ethyl lead). Si no se le añadía el plomo tetra-ethyl, aquello no iba "ni patrás ni palante".

La patente del plomo tetra-ethyl era propiedad de la compañía
Ethyl Corporation, que fue creada por Standard Oil y General Motors a partes iguales. En 1935 la compañía Ethyl Corporation le cedió (está en inglés) la patente del plomo tetra-ethyl a la alemania nazi de Hitler.

Sin el tetra-ethyl, la Luftwaffe no hubiera podido volar.

Sin el tetra-ethyl, el pueblo de Guernica no hubiera sido destruído.

Ethyl Corporation pertenecía a General Motors y a Standard Oil.

¿Y a quién pertenecía Standard Oil?

A la familia Rockefeller.

El tapiz que mandó fabricar Nelson A. Rockefeller y que reproduce el cuadro del Guernica de Picasso no es un homenaje a las víctimas del horror, ni la recreación de una obra de arte:

ES UN TROFEO

posíblemente un recordatorio personal sobre su "aportación" a la lucha anticomunista.

No me extraña que fuese cedido a la ONU en 1985, 6 años después de la muerte de su propietario. Imagino que a la familia le resultaría macabro tener eso colgando sobre la chimenea.

Así que lo que se expone a la entrada del Consejo de Seguridad de la ONU no es más que un trofeo, como una cabeza de toro disecada de las que cuelgan de las paredes de algunas tascas de aficionados a la tauromaquia.

A mí me deja una sensación rara saberlo. ¿A ti no?

domingo, 2 de enero de 2011

COMPARTIR ES DE BUENOS HERMANOS

Me estaba duchando, he resbalado y me he pegado una hostia con el borde de la bañera.

He quedado traspuesto (no llegué a perder el conocimiento) durante un nanosegundo, aunque yo lo he vivido como un espacio de tiempo mucho mayor. Ha sido como en la película ésa de INCEPTION cuando se meten en el sueño de un tío para incrustarle una idea, y cuanto más profundamente se metían más lentamente iba el tiempo en el mundo real. ¿Habéis visto la peli? ¿No? Entonces no entenderás una mierda de lo que estoy diciendo...

En fin, el caso, y aquí viene el núcleo argumental de esto que estoy escribiendo, es que en ese espacio de tiempo de un nanosegundo SE ME APARECIÓ DIOS Y ME ENCOMENDÓ QUE TRANSMITIERA UN MENSAJE.

¿Vale? Venga, ya lo he soltado. Sí, el hacedor supremo. Tuvimos un diálogo parecido a éste:

-Hijo mío, soy Dios.

-HOSTIAAAAA.

-Vengo a entregarte un mensaje para que se lo transmitas a tus hermanos y hermanas en la tierra.

-HOSTIAAAAA.

-Deja de repetir siempre lo mismo que pareces idiota.


Y, bueno, pues me dijo una cosa que se me quedó memorizada instantaneamente y sin esfuerso y que os voy a transmitir entre comillas (“”) para dejar claro que no es idea mía, sino SUYA. ¿Vale? Pues aquí va.

“Me encanta descargarme una película por internet y verla en mi casa. Y me encanta no tener que pagar ni un puto duro por ella.

Sí, ya sé que soy Dios y que soy omnipresente, omnipotente y todos los omnis que podáis imaginar, pero coño, a veces está bien disfrutar de la vida como un mortal más.

Hace años solía ir al cine con los amigos. Era una especie de ceremonia. Por aquel entonces en el día del espectador costaba unas 300 pesetas, y era genial. Eso sí era buen cine, con su argumento, su estructura, su ritmo, sus personajes creíbles e interesantes, sus diálogos... Terminaba la peli y te ibas a tomar una cerveza y a hablar sobre ella. Qué buenos tiempos.

Fue una época especial, en mitad de los años 80. En los primeros años de la década las salas de cine se llenaron de películas sobre movidas universitarias, albóndigas en remojo, venganzas de los novatos, porky's, una auténtica plaga (y yo sé de lo que hablo). La gente se hartó de tanta mierda y dejó de ir al cine. Por eso tuvieron que bajar los precios y poner el día del espectador, el día de la pareja... y rezar, rezar mucho para que, en alguna parte, a alguien de la industria cinematográfica se le ocurriera la idea de que el corazón de una peli es su guión, y de que estaría bien pagar un poco más por un buen guión.

Y así fue, más o menos. Llegaron las películas de acción del Stallone y el Schwarzeneger (o como se escriba, ¿cómo coño pudo triunfar con ese apellido?) y un montón más de clásicos como Top Secret, Aterriza Como Puedas...y la gente volvió a ir al cine. Y empezaron a ganar un montón de pasta en la industria. Y ahí se jodió el invento.

En lugar de cuidar la industria, se dedicaron a exprimirla para ver cuánto podían sacarle. Pusieron de moda meterse en la sala con un cubo de palomitas y un vaso grande de cocacola, y la mitad de la peli te la pasabas escuchando al de al lado masticar o sorber. O si no se te sentaba detrás la parejita de novios y escuchabas al chico contarle a la chica lo que estaba pasando en la pantalla (sí, ya sé que es raro, pero era así). O cuando ibas a ver una comedia tenías que aguantar a la pandilla de adolescentes que se dedicaban a soltar gracias y armar jaleo, y a nadie de la industria le importaba un carajo porque todos pagaban su entrada y ellos trincaban más. Un día les dió por poner antes de cada peli lo del aviso ése para que apagaran el móvil, pero lo mismo daba, a mitad de película veías al tío de delante viendo si le había llegado un mensaje, y en una sala oscura la luz de un móvil da mucho por culo.

Y de repente un día nace internet, un tío inventa la digitalización de vídeo, otro tío inventa la digitalización de audio y cuando menos te lo esperas resulta que para ver una peli no hace falta esperar meses a que la distribuidora tenga a bien estrenarla en españa (por supuesto doblada al castellano y si quieres versión original te vas al carajo) sino que esperas un rato y te la ves en casa tranquilamente. Adiós a la parejita de novios. Adiós a la pandilla de adolescentes. Adiós al idiota que come palomitas y sorbe cocacola. Adiós al inútil que se deja la cortina abierta y se cuela la luz y no ves la mitad de la pantalla. Adiós al niño pequeñajo sentado atrás que te pega patadas en tu asiento.

Y además, si es una mierda de película a ti te da igual porque no has pagado por ella.

De puta madre.

¿Y ahora vienen los de la industria cinematográfica y los de la distribuidora y los de las salas de exhibición lloriqueando porque nadie va a ver las putas películas al cine? ¿AHORA? Cuando nos trataban como a ganado y trincaban la guita todo les parecía bien pero, ¿AHORA quieren que cambie la ley y que el mundo vuelva atrás a los tiempos en que ellos mandaban?

¿Sabéis lo que pienso de ellos? Pues mira, como decía Larry The Liquidator, el personaje de Danny Devito en la película Other People's Money: “Who cares.” Es decir, “a quién le importa” o, dicho en román paladino, “que se jodan”.

Es más. Larry The Liquidator tiene un monólogo casi al final de la peli que es una obra maestra de la dialéctica moderna (la dialéctica es el arte de influir en la gente mediante la elocuencia y otras gaitas, en España hace años que no se usa) y os voy a ofrecer la transcripción del monólogo, traducida al castellano, adaptada al caso que nos ocupa y por un módico precio de cero euros.

Eso sí, si alguien me puede dejar el email de Danny Devito, les doy un euro al Devito y otro a quien me dejó el email. Ya veis que ahogo pero no aprieto... no, espera, era al revés... bueno, es igual.

ANTECEDENTES ARGUMENTALES de la película.

Resulta que Lawrence Garfield, más conocido como “Larry the Liquidator”, es un tiburón de los negocios de los años 80 cuya especialidad es coger una empresa, venderla a cachos, trincar los beneficios dejando a todo el mundo en la puta calle y largarse con viento fresco.

Llega a una empresa pequeña, compra la mitad de las acciones más una, e intenta venderla, pero la abogada del fundador de la compañía convoca una junta de accionistas para votar si la venden o le dan la patada a Danny Devito.

Durante la junta de accionistas habla primero el fundador de la empresa (Gregory Peck) que trata de convencer a los accionistas para que no voten a favor de venderla y no dejar así a un montón de familias sin sustento. Su discurso es muy bueno y se basa en argumentos como la fraternidad humana y la responsabilidad empresarial. Todo el mundo aplaude y lo vitorea, están a favor y parece que la batalla está ganada.

Y entonces habla el personaje de Danny Devito. (Recordad que lo he adaptado.)

“...El negocio audiovisual tal como lo conocemos está muerto.

Yo no lo maté, no me echéis la culpa a mí. Ya estaba muerto cuando yo llegué.

Es tarde para leyes, porque incluso si la ley funcionase y ocurriese un milagro y el euro hiciera esto y el dólar lo otro y las infraestructuras de las salas 3D se extendieran...seguiría estando muerto.

¿Sabéis por qué?

Fibra óptica. Nuevas tecnologías. Obsoleto.

Está muerto, eso está claro, pero no en bancarrota.

¿Y sabéis cuál es el mejor camino para llegar a la bancarrota?

Seguir obteniendo una participación mayor en un mercado que va desapareciendo. Bancarrota. Lenta pero inevitable.

¿Sabéis? Hubo un tiempo en que debía de haber centenares de compañías que fabricaban fustas para calesas. Y estoy seguro de que la última compañía fabricaba las mejores fustas para calesas de la historia.

¿Qué os hubiera parecido ser clientes de esa compañía?

Habéis invertido vuestro dinero en un negocio y ahora ese negocio está muerto. Tengamos la inteligencia -tengamos la decencia- de extender el certificado de defunción, coger el dinero del seguro e invertirlo en algo con futuro.

“Pero no podéis”, dice la industria, “no podéis porque tenéis una responsabilidad con nuestros empleados, con los productores, los actores, los distribuidores, los exhibidores...¿qué pasará con ellos?”

Tengo cuatro palabras para ellos: A QUIÉN LE IMPORTA.

¿Responsabilidad con ellos? ¿Por qué? Ellos no tenían una responsabilidad hacia vosotros. Os han estado chupando la sangre. Vosotros no tenéis ninguna responsabilidad hacia ellos. Durante los últimos 10 años no habéis estado haciendo más que invertir vuestro dinero en películas horribles.

¿Alguna vez la industria audiovisual dijo: “Sabemos que los tiempos son duros, vamos a reducir los precios y a invertir en ideas nuevas e interesantes”? Compruébalo, vosotros pagáis el doble que hace 10 años.

Y la industria audiovisual, a pesar del abaratamiento de costes gracias a la producción digital y a la calidad profesional de unos efectos especiales que cualquiera puede obtener a precio de usuario, continúa poniendo los precios al doble que hace 10 años.

¿Y la calidad de las películas? Una sexta parte que hace 10 años.

¿A quién le importa?

Os lo voy a decir.

A mí.

Yo no soy vuestro mejor amigo, soy vuestro único amigo.

¿Que yo no soy creador? Yo estoy creando el dinero que tú te ahorras.

Y no lo olvidemos. El único motivo por el que vais al cine es para entreteneros, no a sostener un negocio muerto. Queréis divertiros.

Yo soy vuestro único amigo, porque quiero que ahorréis dinero.

Coged ese dinero e invertidlo en otra cosa. Quizás tengáis suerte y lo gastéis en algo divertido y con futuro. Y si es así, crearéis nuevos empleos, apoyaréis la economía y, si Dios quiere, lo pasaréis bien.”

AMÉN, hijos míos, amén.

A continuación la escena en cuestión: